lunes, enero 29, 2007

Periodismo de dos párrafos

Hablando un poco de los nuevos hábitos en la comunicación y más específicamente en el Periodismo nos encontramos con el lanzamiento del manual de estilo para redacciones digitales de La Voz del Interior, diario cordobés ubicado en el top five de circulación nacional. A continuación reproduzco un párrafo de un texto publicado en Clarín.com que anuncia y reflexiona sobre este lanzamiento y las nuevas costumbres de los lectores en la web:


“Según dice el Manual, el 79 % de los usuarios tan sólo "scanean" el texto, sólo el 16 % lee palabra por palabra y la mayoría tan sólo permanece 7 minutos por día en los periódicos electrónicos. A partir de estas cifras, y de la experiencia de La Voz.com.ar con estos lectores-usuarios, el Manual les sugiere a los periodistas que le ofrezcan interactividad, multimedialidad, tiempo real e hipertextualidad a los "escaneadores".

También este manual agrega unos cuantos tips sobre el perfil del internauta lector. Entre ellos se destaca que “no tiene tiempo, por lo que el contenido tiene que ser rápido, directo, fluído y totalizador”.o que “el lector necesita contundencia y economía del lenguaje”.

Con este párrafo y estos tips, que si bien son mas redundan en lo mismo, se está notando algo que tiene una forma alarmante, la pregunta es: ¿Vamos camino a un periodismo de dos párrafos?
La urgencia empresarial de la innovación constante está obligando a editores, diseñadores y directores en general a presentar cambios continuos aunque muchas veces no sean tan necesarios, solamente con el fin de presentar siempre algo nuevo y diferenciador de la competencia sin importar en la mayoría de los casos el sacrificio de la calidad.
Esta tendencia de lo breve se está instalando no sólo en Internet, donde nos pueden correr hasta cierto punto con la idea de la instataneidad, también está echando raíces en el periodismo gráfico. Como ejemplo insignia en la Argentina se puede citar al diario Clarín que, en virtud de esa malparida “economia del lenguaje” ha reducido la mayor parte de sus notas de opinión a un párrafo con el título “Punto de vista”.
Ubicándonos nuevamente en el Periodismo electrónico, cabe preguntarse si vamos rumbo a que sea solamente un depósito de noticias o un imperio de notas pegadas directamente de un cable de agencia. ¿No hay sitio aquí para una prensa de calidad? ¿No hay espacio para saborear los detalles de una buena crónica? ¿No hay lugar para una irrebatible nota de opinión? Al parecer no.

jueves, enero 25, 2007

Contradicciones

Los asambleístas de Gualeguaychú y sus acciones:

Antes del resultado en La Haya:

Diario La Nación 23/01/07

“Algunos repitieron en las últimas horas que les da lo mismo que la corte se pronuncie a favor o en contra de los cortes de rutas como una modalidad de lucha social contra las pasteras, porque en cualquier caso el levantamiento del bloqueo de la ruta depende del retiro de la planta que está construyendo la empresa finlandesa Botnia, y no de procesos judiciales.”


Después del resultado en La Haya:

Diario Clarín 24/01/07

Por la alegría y emoción vistas ayer aquí, quién sabe si el 23 de enero no termina por integrar el calendario oficial de festejos de la ciudad. "¡Un fuerte aplauso para todos nosotros!", propuso el músico que al mediodía animó un improvisado baile popular en la costanera de Gualeguaychú. Seis horas antes, en el lejano reino de Holanda, la Corte de la Haya se declaraba incompetente para juzgar el bloqueo de la ruta que desde hace dos meses convirtió al puente internacional que une Gualeguaychú con la uruguaya Fray Bentos en un inquietante paso muerto.

martes, enero 02, 2007

Pamuk y los escribas


Aquí un texto que me gustó muchísimo, es el discurso del turco Orhan Pamuk al recibir el premio Nobel de literatura. Nos toca muy de cerca a todos los que alguna vez hemos presentado un texto a un público lector, aún sin la necesidad de ser escritores estrictamente.


"Un escritor es alguien que pasa años tratando de descubrir con paciencia al segundo ser dentro de él, y el mundo que lo hace ser quien es. Cuando hablo de escribir, la imagen que me viene primero a la mente no es una novela, un poema o una tradición literaria: es la persona que se encierra en un cuarto, se sienta frente a una mesa y, solo, se vuelve hacia dentro de sí mismo".

"El secreto del escritor no es la inspiración, pues no es muy claro de dónde ésta puede venir, sino la terquedad, la resistencia. La maravillosa expresión turca “cavar un pozo con una aguja” parece haber sido inventada teniendo a los escritores en mente".


"La pregunta que los escritores nos hacemos con más frecuencia, la pregunta preferida es, ¿por qué escribes?

Escribo porque tengo una necesidad innata de escribir.
Escribo porque no puedo hacer trabajos normales como lo hacen otras personas.
Escribo porque quiero leer libros como los que escribo.
Escribo porque estoy molesto con todo el mundo.
Escribo porque adoro sentarme en un cuarto todo el día escribiendo.
Escribo porque puedo participar de la vida real solamente si la cambio.
Escribo porque quiero que otros, que todo el mundo, sepan qué tipo de vida vivimos, y seguimos viviendo, en Estambul, en Turquía.
Escribo porque adoro el olor del papel, la pluma, la tinta.
Escribo porque creo en la literatura, en el arte de la novela, más de lo que creo en cualquier otra cosa.
Escribo porque es un hábito, una pasión.
Escribo porque tengo miedo de ser olvidado.
Escribo porque me gusta la gloria y el interés que escribir conlleva.
Escribo para estar solo. Quizá escribo porque espero entender por qué estoy tan, tan molesto con todos.
Escribo porque me gusta ser leído.
Escribo porque una vez que he empezado una novela, un ensayo, una página, quiero terminarla.
Escribo porque todos esperan que escriba.
Escribo porque tengo una convicción infantil en la inmortalidad de las bibliotecas, y en la manera como mis libros están en el estante.
Escribo porque es emocionante convertir todas las bellezas y riquezas de la vida en palabras.
Escribo no para escribir una historia sino para componer una historia.
Escribo porque quiero escapar de la sensación anticipada de que hay un lugar al que debo ir pero al que –como en un sueño-, no logro llegar.
Escribo porque nunca he conseguido ser feliz.
Escribo para ser feliz.”