lunes, julio 31, 2006

Las sombras de Saramago

"Miraré a tu sombra si no quisieras que te mire. Quiero estar donde estará
mi sombra, si allí estuvieran tus ojos".

José Saramago en "El Evangelio según Jesucristo".

martes, julio 18, 2006

La pregunta de Zavalita y las Papeleras


¿En que momento se jodió el Perú?, se pregunta Zavalita en un párrafo de “Conversación en la Catedral”, de Mario Vargas Llosa. Ese mismo interrogante, seguramente, nos los planteamos todos con respecto a nuestros países. Y es bueno formularse este tipo de cuestiones en un momento de crisis en las relaciones continentales, con el conflicto absurdo de las plantas de celulosa de Fray Bentos como muestra insignia de esta gran joda.
Así como están las cosas, no parece mala idea reformularla un poco y hacerse una pregunta más amplia: ¿En que momento se jodió este continente? Esta mano se muere por escribir que fue con la llegada de Colón, pero lo cierto es que no hay un momento fundacional. Todo parece indicar que la mierda se acumuló tras varias cagadas, aunque de culos poderosos, por cierto.
En 1932 Bolivia y Paraguay, los dos países más pobres de Sudamérica, protagonizaron la guerra del Chaco, que duró más de tres años y dejó como saldo noventa mil muertos tras la “victoria” paraguaya. Ambos países enviaron a sus ejércitos aguijoneados cada uno por dos grandes empresas petroleras estadounidenses que se disputaban la selva chaqueña, sospechando de su riqueza petrolífera y mineral.
El saldo de la batalla no sólo fue triste en víctimas. Dejó también una tonta desconfianza entre los pueblos que dura hasta nuestros días y un destrato inhumano para los sobrevivientes de la guerra y sus familias.
Después de 74 años de aquel vómito de la realidad, para este continente la historia insiste en moverse de forma circular, como las agujas del reloj. Tal vez la variante sea que ha perfeccionado los métodos. Ya no hay cañonazos ni empresas petroleras norteamericanas (hasta ahora). Ahora hay fábricas de celulosa finlandesas y españolas, tribunal de La Haya, y filosas declaraciones de presidentes de dudosa ideología.
Sólo una cosa no ha cambiado y es que el culo de las cagadas sigue siendo poderoso y multinacional. Esto no contesta del todo a la pregunta ampliada que originó Zavalita para su Perú, pero por lo menos le dará alguna pauta para orientarse un poco.

Diego.

sábado, julio 15, 2006

América, según Pacho O`Donnell

Latinoamérica, donde tenemos la antigüedad y la juventud necesarias, está signada para llevar adelante el avance hacia ese mundo, el de la libertad interior, la belleza, el rubor y la sobremesa; el de los gestos y frases cortesanos, la trova poética, la amistad como un verdadero amor, el alma como motor de la vida, la tertulia, la intuición, el cortejo amoroso, el asombro, la sensualidad como un misterio y no como un aputarramiento, la fraternidad con la épica, el compadrazgo con la muerte, el goce de convertir el rigor del pensamiento en explosivo romance, el sueño frente a la avara teoría de costos, la autenticidad frente al mercadeo, la ansiedad de ser frente a la de tener; en fin, el avance hacia el gobierno, siempre nuevo, de los sentimientos como la verdad incondicional de la preocupación humana.

Pacho O´Donnell en su ensayo "Che, la vida por un mundo mejor"

jueves, julio 13, 2006

El desayuno


“Me siento feliz”, leyó Tomás en el diario mientras tomaba el primer sorbo del café con leche casi frío que recién había intentado, infructuosamente como siempre, calentar en el microondas. Hizo una mueca burlona arqueando una ceja por lo poco atractivo que le pareció ese titular. A pesar de que era Periodista deportivo, siempre que desayunaba empezaba a leer el diario por el suplemento de espectáculos. Repetía esta rutina como si necesitara, por estar recién levantado, hacer un precalentamiento y no exigir demasiado a la mente para después si, leer con más atención la sección deportiva, por ser su trabajo, y al final la parte de política e internacionales, que le interesaban más, en ese orden.
La foto de Valentina le entretuvo la mirada un par de minutos. Ella posaba con los brazos en la cintura, visiblemente tensionados y sus hombros, no menos rígidos, estiraban su postura hacia atrás, como si quisiera comenzar tímidamente un escape. No obstante, ayudaba a exhibirla bien. Su remera, blanca, cortita y estrecha dejaban ver la perfección de unos pechos pequeños, como si adivinaran la medida de lo discreto y suficiente, que le hacían una agradable combinación con sus ojos color miel y el pelo lacio castaño rojizo perfecto. Unos jeans oscuros que ajustaban todo lo que en ellos cabía, cerraban el cuadro. Tomás sonrió apenas ya que por su mente de veintiún años pasaba lo irreprimible, con ganas imaginó que vista de espaldas esa mujer le provocaría un grave problema cardíaco. Lo primero que miraba en las mujeres era el culo y si no, por lo menos lo adivinaba, como ahora, taza en mano. Mientras, el labrador dorado le exigía también desayunar e interrumpía con su hocico la imaginación lujuriosa de su amo.


Diego.

El Plan

Aquellas gotas antojadizas que caían sobre su cabeza (porque nunca usaba paraguas) mientras esperaba el colectivo eran mucho más que la despedida del otoño. Santiago estaba seguro de que simbolizaban el comienzo de una nueva etapa en su vida y de alguna forma se sentía conforme con ese destino que intuía le tocaba y sonrió con algo de satisfacción rebelde. Minutos atrás, en la confitería de Alberdi y Rivadavia, Ana Laura, con mas despecho que inteligencia, y haciendo tropezar lo que pensaba con lo que decía como siempre que se ponía nerviosa, le había explicado que ya no lo necesitaba más en su vida y que, si alguna vez tuvieron algo, ya se había evaporado. Ese final a él no le molestaba porque nunca la había querido como pensaba que una relación sería demandaba. Unos besos con los ojos casi abiertos y algunas charlas interesantes habían sido suficientes para estar juntos todo ese tiempo. Lo aceptó sin discutir, reacción que la sorprendió, y sintió que era el último empujón que necesitaba para tomar la decisión. Ahora sí era libre para ejecutar su plan tal como lo había pensado o, tal vez, soñado.

Diego.

lunes, julio 10, 2006

La gaguera de Bilardo

Algunas figuras, en especial del deporte, deberían tener más clara aquella cuestión de la hora del retiro. Ayer, sin ir más lejos, y en medio de la transmisión de la final del Mundial fuimos testigos del “enojo” del Dr. Carlos Bilardo para con la sección deportiva del diario Clarín, que a su criterio “hace veinte años que le coloca los técnicos a Grondona”. El comienzo de esta historia de ira estallada en vivo se dio esta semana, cuando Clarín publicó una encuesta que arrojó como resultado que el 80% de los participantes prefirieron la continuidad de José Pekerman y el porcentaje restante se dividió entre otras preferencias encabezadas por Carlos Bianchi.
La furia bilardista que no tolera el paso de los años continuó recordando la “saña” que según él le tiene Clarín “desde 1966”… Sin palabras.
Lo más patético del show del Dr. fue la oscilación entre la crítica y el querer quedar bien con el multimedio, al que eximió a cada instante del descargo atragantado hace años. Y el epicentro del ridículo lo hizo al dedicar la transmisión a Marcela Noble, la hija de Ernestina. Si la AFA queda lejos, conservemos el laburo, habrá pensado el ex campeón mundial…


Diego.