La adolescencia de Lula

Lula está viviendo su minuto de gloria y nada menos que a nivel internacional. Con Brasil sin título mundial de fútbol bajo el brazo el hombre salió a buscar, fronteras afuera, un poco de acción para demostrar que su país no es joda, que no sólo de fútbol y carnaval viven los privilegiados que nacieron en ese paraíso tropical.
Ahora le tocó ser parte invitada del prestigioso G-8, ese grupúsculo de poderosos ocho presidentes que se reúne cada tanto y dicta la suerte de todos los mortales. Pues estuvo allí y dejó su huella.
Así como lo ven, el ex sindicalista paulista está muy interesado en toda discusión medioambiental que se presente por ahí, casi como un adolescente de Greenpeace que pelea por las ballenas. Podría decirse sin dudar que éstas cuestiones (aún no tanto las ballenas) han ocupado el espacio más privilegiado de sus últimas incursiones internacionales. No es para menos, tiene el ancho de espadas: la posibilidad de ser una potencia mundial de los biocombustibles, el gran petróleo del futuro, según todo el mundo que entiende o no de la cosa.
Ahora Luiz Inacio logró colar su discursete verde en el G-8 y pataleó de lo lindo contra las naciones desarrolladas prácticamente al grito de “no me rompan más las pelotas con lo que tengo que hacer con el Amazonas porque ustedes ya talaron todo lo que tenían”. No conforme con esa idea los responsabilizó también de ser los culpables de la gran contaminación mundial y, al mismo tiempo, pidió que no se limite a las naciones emergentes (entre ellas la suya) en la emisión de gases… Bien sabe de gases su Sao Paulo querido que tiene a ocho distritos en estado de alerta por la calidad de su aire…
Alguna vez un psicoanalista me dijo que los adolescentes son contradictorios y rebeldes, que actúan muchas veces por imitación sin demasiada noción de lo bueno y de lo malo. ¿Hoy podría decirse que los presidentes también?

RCTV y una pregunta incómoda

En todo blog de hombre de prensa fue común encontrar por estos días artículos relacionados con el cierre de Radio Caracas Televisión de Venezuela. Así que a tono con tan sensible tema, MdP tiene también algo para desparramar en el ciberespacio, total, se sabe, es grátis.
No llama la atención, en este asunto de RCTV, que todas las voces de la prensa internacional se hayan rasgado las vestiduras en torno a tan dictatorial medida de Hugo Chávez. Este blog, si bien no tiene moral que rasgarse, adhiere al sentimiento, aunque sea de alguna manera.
Pero como lo cortés no quita lo valiente, cabe también analizar lo que hay detrás de un medio de comunicación, cuyo deber primordial es el de informar a la población lo más objetivamente posible y que no sea, simplemente, un soporte para el tráfico de opiniones dirigidas a beneficiar ciertos intereses, que como sabemos, por lo general van en colisión con el bienestar general y si muy a favor del bolsillo de unos pocos…
La pregunta que incomoda es ¿Es defendible absolutamente todo medio de comunicación en nombre de la libertad de expresión, aunque en una de esas no sean más que una fachada para traficar poder y beneficiar los intereses oscuros de unos pocos?

La civilizada Unión Europea

Teniendo en cuenta el post anterior, bien podría inaugurar en este blog alguna sección dedicada a estas rimbombantes construcciones políticas de ficticias uniones continentales. Y vean si no tengo material.
Contra lo civilizatorios que parecen éstos proyectos, nos encontramos con casos tan espeluznantes como el descubierto tímidamente en las últimas horas y que está siendo investigado por la prensa del viejo mundo. Cuentan que 27 inmigrantes africanos que intentaron accidentadamente cruzar el Mediterráneo estuvieron a la deriva colgados por más de 72 horas de la red pesquera de atún de un barco maltés que había sido auxiliado hacía pocas horas por otro de origen italiano. Lo más chocante de ésta historia es la obviedad de que nadie quiso rescatarlos, violando de esa manera no sólo los más básicos códigos marinos de alta mar sino también algo más simple, los de humanidad, aquellos que les arrancan brillantes discursos a Merkel, Blair y compañía. Ningún puerto, a tono, por supuesto, estuvo dispuesto tampoco a auxiliarlos.
Algunos medios ingleses y españoles están dando cuenta del caso, que ya parece no ser noticia, debido al incesante trajín “ilegal” que existe entre las “civilizadas” costas europeas y las hambrientas, enfermas y analfabetas costas africanas. Sin embargo aún no existen demasiadas precisiones sobre la cuestión, que rápidamente los guardianes de la burocracia prometieron investigar.
Al parecer, en el primer mundo sólo respiran los pasaportes.