viernes, noviembre 17, 2006

Denominación de origen

Por varias razones es dable de entender que Argentina sea la tierra predilecta por el Psicoanálisis. Socialmente es un país adolescente y como tal, no solo acumula granos, se encuentra en un periodo de bases endebles, problemáticas, muchas veces difíciles de comprender a primera vista. Ojalá el período sea pasajero. El fútbol y sus popes no le escapan a esa lógica. Es más, la representan hasta la exacerbación.
Indagando en la selva de causas y efectos vale preguntarse por el origen de este maremagnum deportivo que incluye hechos y medidas tan locas como desatinadas y que nos llegan a granel desde ese fatídico 1-4 que desencadenó el “gimnasiagate”. Ya en el artículo anterior se hizo un repaso de la responsabilidad de la gran industria de la violencia que es la causa madre de todo y también por aquello de no arrinconar ni mandar a la horca en particular a los jugadores de Gimnasia como si fueran la vergüenza nacional en vez de atender los motivos profundos. Repasado eso, hay otra pregunta que surge sobre la génesis de la cuestión y que suena más preocupante: ¿Pesa más como sacudón un resultado sospechoso que las más de 180 muertes que tiene el fútbol argentino para suscitar tamaña atención social y generar medidas de seguridad sin precedentes en los torneos de AFA?

1 comentario:

Anónimo dijo...

PIBEEEEEEEEEEEEEEEEE!! BASTA!!!