jueves, noviembre 16, 2006

El caso Gimnasia y Esgrima

Apuntar bien el objetivo

De nada sirve armar este circo romano particularmente en este caso sobre los jugadores de Gimnasia y Esgrima de La Plata. En definitiva, aunque no los exime de culpa y cargo, no son más que unos pobres diablos a los que, luego de un bochorno real como un 1-4, se les ha hecho pública una situación peligrosa a nivel deportivo y social. ¿Cuántos casos como éste se mantienen en el anonimato? A ellos se les reventó la bomba en las manos.
Lo realmente preocupante en ésto, entre muchas otras cosas sistemáticas de la corrupción en el deporte, es que se confirme la sospecha. Que estemos a las puertas de descubrir que ciertos resultados son manipulados por factores ajenos a la pura competencia deportiva. Un escándalo solo comparable con los de Italia y Brasil del último año. Por lo demás, el caso Gimnasia en particular es sólo la cara visible y no se lo puede juzgar con la mojigatería de ser algo excepcional. Seguramente no es el primero ni el único.

La parte que si les toca a los jugadores

Ahora hablamos de las actitudes de los jugadores de Gimnasia y aquí es la parte donde no tienen eximición y donde deben hacerse cargo de lo suyo en toda esta podredumbre. Lo primero y cabe la pregunta ¿fueron para atrás frente a Boca? Y la segunda, común al pseudomundo futbolístico e igualmente detestable: el silencio en el terreno judicial y la negación de la amenazas, lo que parecen ser hechos concretos si nos guiamos por las pruebas que hay, aunque los magos de los artilugios legales se empecinen en demostrarnos que nada es comprobable a la hora de la verdad.
¿Por qué resulta que ahora las declaraciones del futbolista Ariel Franco reconociendo los hechos en el programa de Fernando Niembro en La Red son totalmente desvirtuadas y no defendidas a la hora de declarar en la justicia? ¿Por qué la denuncia de la novia de uno de los jugadores ha quedado prácticamente desacreditada? Y ni hablar de la crónica de los hechos relatados por la muy buena investigación del diario Olé. ¿Todo esto es silenciable o pasible de negación tan sencillamente? Es evidente que en la justicia lo es. ¿Pero en la opinión pública también?

Ojalá que sirva

En una posición constructiva se puede pensar que gracias a la explosión de éste caso ahora hablamos puntualmente –como un principio de solución- de las amenazas de los barras para que su equipo vaya para atrás. También revisamos si estas conductas son parte de un collage de habituales irregularidades en el fútbol y todo nos lleva a la génesis de la cuestión: la tan trillada violencia en el fútbol, que no es otra cosa que el nombre genérico de un sistema millonario de toma y daca entre algunos tipos violentos y otros más violentos aún que ocupan escritorios por las tierras del poder.
En primera instancia se puede especular con que en las manos de estos últimos está el nacimiento y también el final de ésta historia que les conviene. Ahora… ¿Alguien muerde la mano de quien le da de comer?


Diego.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ojo pibe, te estas metiendo en la pesada, ya te lo dijo rolo.