martes, enero 15, 2008

Miedo a volar: Parte I


Si tuviera que clasificar mi costado más frágil les diría que hay cosas que me dan miedo, otras tantas que me dan pánico y muchas más que me causan inseguridad. Esta que les voy a contar, a riesgo de que se retuerzan de risa frente a la PC, me causa todo eso junto y me golpea literalmente en cuerpo y alma. Señoras y señores, a pocos meses de tomar un vuelo transatlántico les confieso que…le tengo pánico a volar!!!
No será la primera vez que me trepe a un avión y sigo sin entender aún hoy como hay gente que dice disfrutar de semejante contrasentido humano, como es esto de moverse a diez mil metros de altura, donde ni siquiera hay algo tan básico como el oxigeno. Esta gente me inspira dos posibles explicaciones: 1) Se quieren convencer por la fuerza para amortiguar el impacto que les produciría darse cuenta realmente de lo que significa estar allí arriba y 2) Mienten. Están tan asustados como yo pero eligen ser más elegantes.
Cuando digo que me pega en cuerpo y alma no les miento. Lo siento en el cuerpo, al principio en la espalda y rodillas por el poco espacio que hay entre los asientos. En clase económica uno viaja casi en cuclillas y se siente como los paracaidistas de la Segunda Guerra Mundial. Luego viene el despegue. ¿Alguien conoce un silencio que transmita más tensión que el que tienen todos los pasajeros y la tripulación en un despegue?
Previo a esto, azafatas con gesto de enfermeras, nos hacen un repaso de las posibles tragedias que nos pueden acontecer durante el vuelo: una asfixiante despresurización, que para eso están las máscaras. Unas cuantas salidas de emergencia, por si el destino es tan generoso de permitirnos fugar (rara vez ví tal posibilidad) Y unos simpáticos salvavidas que tienen varios piolines ideales para situaciones extremas y manos con pulso de cirujano. Estos, claro está, serán de gran utilidad en caso de que caigamos alegremente al mar a compartir un rato de nuestras infortunadas vidas con las especies allí reinantes, que se me ocurren bastante menos sociables que en los platos en que estamos acostumbrados a verlas.
Con semejante catálogo de posibles desgracias –y se me olvidan seguramente otras- no hay optimismo ni paz de espíritu que aguante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

FLIGHT 956



Parece que en el final
no me saldré con la mía, mi amor
(dbería chequear mi contestador...)

Flight 956... te voy a extrañar
(tu belleza es como un resplandor!)

Estoy tan cansado
que no tengo fuerzas para discutir
Es tan triste esta vez... que no puedo hablar.

Flight 956... el tiempo dirá
yo sé que vos vas a regresar!

Disculpá mis actos de hampón
Siempre hay quilombito en un cielo de dos
y nunca hay terreno sagrado, amor
Es tan difícil no ser injusto con vos...
Cuando escapás en tu Flight 956, intento reír
Dios no está en los detalles de hoy!

Será un melodrama vulgar?
Pasados dos meses nos consolarán?
Llorarás con un ojo
y con el otro te reirás.

Flight 956... voy a extrañar
(tu belleza es como un resplandor!)

Anónimo dijo...

Penso conswaynyo paraseedo no volvaro mas
Y may pinta balasmara la cara lasoo
Evay privisa la vimto rapido malairo
Y may eata volar im ay chalay faneeto

Volare oh oh cantare oh oh oh oh
Nat blue de pinto de blus
feleechay le staray lasoo

Y volanda volando feliz yo menchendo
May alto may alto quay sol
Min tray mundo see lay ja
De pasio de pasio d' me
Una musica dulche tocada solo para me

Volare oh oh cantare oh oh oh oh
Nat blue de pinto de blus
feleechay le staray lasoo

Penso conswaynyo paraseedo no volvaro mas
Y may pinta balasmara la cara lasoo
Evay privisa la vimto rapido malairo
Y may eata volar im ay chalay faneeto

Volare oh oh cantare oh oh oh oh
Nat blue de pinto de blus
feleechay le staray lasoo