martes, octubre 19, 2010

Servicio a la comunidad

Después de algunos meses sin publicar absolutamente nada vuelvo hoy no en calidad de Periodista o de delirante aficionado a las letras –si es que puedo englobarme en cualquiera de esas dos categorías-. No. Hoy simplemente regreso a este espacio para hacer algo así como un servicio de bien público para mis propios amigos o para quienes azarosamente lleguen a este blog.

El asunto es que –una vez más- esta semana hubieron sendos rechazos a ciudadanos argentinos en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid. Después de un par de experiencias propias, una de ellas bastante negativa, me gustaría poner énfasis en lo único que está al alcance hacer por parte de los que viajamos: prevenir estando informados de cómo es la cuestión del ingreso. Y así disminuir los riesgos de pasar una de las peores experiencias de nuestras vidas.

En lo personal viví dos malos momentos. El primero de ellos fue en Madrid en el año 2008. Iba de vacaciones con dos amigos y yo, el más oscurito de los tres, fui interrogado hasta el hartazgo por el vigilante de migraciones que me tocó en la Terminal 3. Con un gallego de ojos tristes pasé unos cuantos minutos de mi vida contándole de los motivos de mi viaje, del dinero que llevaba, mostrándole los pasajes de las otras conexiones que pensaba abordar y las reservas de los hostels en que pensaba hospedarme. Harto de que cumpliera con todo lo que demandaba me miró por largos segundos en los que aproveché para señalarle a mis amigos que, pasaporte sellado en mano, me esperaban al otro lado de la línea. Cansado y derrotado me despidió sellándome el pasaporte y con un “vale” entre dientes.

El segundo mal momento fue al ingresar a Londres en el aeropuerto de Gatwick (por si creían que los malos ratos sólo se daban en España). La situación fue más o menos la misma. Únicamente variaron cuestiones de forma. Yo no le entendía nada al agente de migraciones y el tipo nada a mi. A duras penas coincidimos mediante algunas palabras y gestos en que yo debía mostrarle mi reserva hotelera y mi pasaje de salida de Londres. Sólo me dejó en libertad unos minutos después cuando recibió mi respuesta de donde trabajaba (hasta eso me preguntó) El británico fue tan incisivo como el español sólo que sus formas eran realmente educadas e inclusive me pidió disculpas por los problemas idiomáticos. Aunque parezca un detalle bobo: llegado el momento hay que expresarse con seguridad y de la forma mas simple posible. Al menos en España los agentes de migraciones son más bien cortitos.

Para ir cerrando sólo quiero reiterar que el asunto no es joda. Que vivimos en un continente que tiene extraordinarias libertades de movilidad y eso hace que no tomemos conciencia como es debido de las restricciones en otros puntos del planeta. Aun hoy cuando cuento mis experiencias no falta el que no me toma en serio o se burla creyendo que es una exageración.

Si bien no hay que obsesionarse, porque la mayoría no tiene problemas en esta situación, hay que tomar conciencia de que el riesgo existe.

La única manera de evitar problemas es viajar informado de los requisitos de ingreso. Que de puntuales que son, pasan a ser un “cazagiles” donde el desinformado la caga. Las autoridades nuestras llegado el momento nada pueden hacer y la Comunidad Europea es totalmente hipócrita en sus postulados. EEUU al menos exige visa de ingreso y eso ahorra tiempo, dinero y sobre todo, disgustos. Las líneas aéreas y agencias de turismo tampoco informan con el énfasis en que bombardean con ofertas. En esto, muchachos, estamos solos. Y como bien dijo algún aparato por ahí: la información es poder.

Cosas a tener en cuenta en general y que a mi me exigieron:

Pasaje de ida y vuelta con fechas cerradas.

Estadía y cantidad de dias creibles. Es decir, que no rocen los 90 dìas que vale el visado.

Dinero para la estadía. Este punto hay que consultarlo en la página de la UE, pero piden una suma que ronda los 60 euros diarios. (punto clave)

Reservas hoteleras o carta de invitación de un residente local sellado por la policia y enviado a través de correo postal.

Pasajes de otras conexiones que hagan en el continente.

Seguro médico por la cantidad de dias que vaya a durar el viaje que cubra un mínimo de 30 mil euros.

Tarjeta de crédito (llevar resumen además) para respaldar la “solidez económica” que veladamente exigen.

Y siempre, pero siempre, consultar antes de viajar la página de la UE.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Tambien podes ser blanquito y saber inglés... y es todo más fácil. ¿Evolucionamos? Pos claro! :P

Anónimo dijo...

La solución segura es hacerse la operación de jackson (Michael) antes de viajar. Ingreso seguro.