lunes, agosto 07, 2006

La estructura se derrumba *


“El torneo de los pobres”, fue bautizado por más de un periodista este campeonato argentino que recién comienza. Y la escasez de figuras rutilantes, a diferencia de otros años, hace que suene convincente eso de la pobreza de nombres en el torneo local. La venta de Sergio Agüero, con tan sólo 17 años, colmó el vaso en cuestiones de éxodo. El traspaso de la joven figura de Independiente al Atlético de Madrid dejó un saldo positivo en cuanto a lo económico, pero desnuda una triste realidad para el torneo argentino que arranca sin talentos deslumbrantes en los equipos y con las alarmas encendidas a nivel estructural. El torneo es pobre, y por acto reflejo el fútbol de las pampas tampoco exporta como antes, ni en cantidad ni en calidad.
¿Por qué Argentina ya no saca ni exporta la cantidad de figuras de unos años atrás? Uno de los dos puntos fundamentales de esta cuestión es el económico. Luego de la gran crisis de 2001 la economía argentina quedó arrasada y los clubes acusaron recibo de esa situación. Aún hoy, y a duras penas, se puede mantener al día los costos que demanda una plantilla profesional, por ende las divisiones inferiores, la cuna de los talentos y orgullo organizativo del fútbol argentino, han quedado al margen de las prioridades dirigenciales. Los grandes formadores de talentos como Jorge Griffa (ex Newell´s y Boca), el brasileño Delem (ex River) o el propio Alberto Fanesi (ex Vélez) han tenido que emigrar al exterior en busca de mejores horizontes económicos y organizativos. Si esto sucede con las cabezas no es difícil imaginarse lo que pasa con el resto.
El segundo punto está ligado al primero y es la venta desesperada de jóvenes promesas que no terminan de madurar ni de convertirse en “estrellas”. Hace un mes River, uno de los ejemplos formativos más importantes de las últimas décadas, aprobó la venta de porcentajes de futbolistas juveniles que aún no debutaron en primera división. Está hipotecando su futuro ahogado en un déficit mensual de dos millones de dólares. Este fenómeno, moneda común en todos los clubes, está provocando una “uruguayización” del fútbol argentino. Esto significa que las principales ”estrellas” del torneo local exceden los treinta años de edad sin poder de reventa y no son ya los jóvenes las figuras que invitan a la ilusión, en su mayoría empujados a una primera división sin acabar correctamente su proceso formativo.
En resumen, comienza una nueva temporada, esta vez “pobre”. Para que Argentina vuelva a tener un campeonato de calidad y exportador de cracks se necesita ordenar la economía de los clubes y dirigentes capaces, y especialmente reencausar la formación de futbolistas. De lo contrario nos conformaremos con ver por TV a jugadores como Lionel Messi, argentino, pero sin un minuto en los estadios de su tierra.

Diego.

*Un estracto de este texto fue publicado por el diario El Pais de Colombia el domingo 6 de agosto.

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